· Veraplayazul reclama la máxima eficiencia para evitar que la nueva comunicación incremente el riesgo de inundaciones
· El peligro de riadas continua latente ante la falta de respuesta del Gobierno central y de la Junta de Andalucía
Vera, 2 de septiembre de 2016.- Veraplayazul se felicita por la resurrección del desdoblamiento de la carretera que unirá Vera con su litoral y con Garrucha, pero advierte que la vía debe contribuir a contrarrestar las riadas y, por otra parte, contemplar la llegada del AVE. La asociación vecinal, que representa a las 20.000 personas que congrega Vera en la temporada estival, considera que el desbloqueo de la carretera Vera-Garrucha es la mejor noticia de un verano marcado por los vertidos contaminantes en la costa, el difícil acceso por la falta de limpieza de la primera línea y, asimismo, la carencia de inversiones y de los servicios públicos precisos.
Tras cuatro años paralizada y penalizada por la Junta de Andalucía, Veraplayazul saluda el reinicio de las obras, ya que la carretera contribuirá a una mejor conexión de Vera con el exterior, posibilitando su desarrollo turístico, que es la base de su economía. El incumplimiento de los compromisos y presupuestos pactados sólo se explica por el olvido al que se somete a esta zona en todos los ámbitos, también en el de las infraestructuras, pues la actual vía soporta una densidad media diaria de 18.000 vehículos.
Veraplayazul advierte, de cualquier forma, que más allá de los grandes números es preciso que el nuevo proyecto tenga en cuenta el riesgo evidente de inundaciones en la zona, siendo especialmente sensible a la hora de proyectar puentes y obras que puedan hacer de tapón cuando se desborde el río Antas. El doble puente que se construirá sobre este río constituye, precisamente, el de mayor calado de toda la inversión; lo que, sin lugar a dudas, modificará el paisaje y el discurrir del agua. Es en este punto donde Veraplayazul reclama que se aprovechen las obras no sólo para no incrementar el riesgo de inundaciones sino para frenarlas, procurando en su desarrollo la total limpieza del cauce. Se debe prever, además, que el Gobierno central cumplirá algún día con su obligación en lo que se refiere a la laminación y regulación contra avenidas, por lo que las nuevas obras deben tener en cuenta tal circunstancia. Evitar el riesgo de inundaciones es vital para Vera, por lo que toda la modificación del relieve debe tener en cuenta ese peligro, aunque ni el Gobierno central, que no cumple el BOE; ni la Junta, que no mantiene la limpieza en el cauce; ni el Ayuntamiento, que se dedica a parchear en vez de poner en marcha un plan integral, sean capaces, hasta el momento, de atajarlo.
Por otra parte, el desdoblamiento de la carretera entre Vera y Garrucha tiene que contemplar la parada del AVE Vera-Almanzora, otra asignatura pendiente del Gobierno central que está cercenando el desarrollo de todo el Sureste. Vera debe ser la estación del Levante y la Almanzora almeriense, tal y como se programó y merece por su población y su potencialidad económica, por lo que no se pueden asumir más retrasos.
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