Vertidos: a la espera de las depuradoras que faltan desde 2012
La de Villaricos sale a licitación en otoño y están pendientes las de Antas y Huérca-Overa
03/09/2016, 12:06
Josefina Guerrero
Playa del Levante y, en primer plano, un riachuelo de aguas sucias entrando en el mar. La Voz.
Las trescientas cañas de los amantes a la
pesca e incluso los clubes y campeonatos que se desplazaban desde muchas
ciudades del Mediterráneo son historia. Así lo destacan los vecinos de
la playa de Vera que están viendo en los últimos años cómo pese a tener
un apartamento en la costa, se ven obligados a coger el coche para ir a
otros lugares, menos sucios, con menos olores y con mayor voluntad
administrativa de buscar soluciones. Los responsables de la asociación
Veraplayazul tienen ya en su poder un completo dossier de información
recopilado después de muchos años de quejas y varios puntos conflictivos
en las sin resolver.
Un noria La depuradora de Villaricos es ahora “una simple noria que extrae el residuo”, según explica el portavoz de la asociación. Ello conlleva que prácticamente todos los desagües lleguen finalmente a la playa, “con olores a alcantarilla continuos y la porquería prácticamente estancada”, señala el afectado, quien resalta que ya son cinco años de denuncias continuas tanto a la administración local como al resto de administraciones, sin que hayan actuado, “sólo dan disculpas y justificaciones sin base ninguna”. La situación se hace crítica con viento de levante, cuando “vierte al río Almanzora aguas malolientes que forman charcas y balsas que son criaderos de mosquitos y de verdil, provocando en su parte final una gran extensión de algas secas de varios centímetros de grosor”.
Las riadas de 2012
“Soy consciente del problema”, explica el alcalde Cuevas del Almanzora, Antonio Fernández, ante la inexistencia de una depuradora de aguas que de un servicio que garantice el correcto tratamiento de las aguas residuales desde que las antiguas infraestructuras desaparecieron con las riadas de 2012.
“En septiembre estará el proyecto y a finales de año debe estar licitandose”, mantiene el dirigente local que siempre ha pedido cautela en sus declaraciones a los vecinos afectados, precisamente para evitar cualquier efecto negativo sobre el turismo no solo de los municipios directamente afectados, también de todo el Levante.
En la comarca, no sólo esta infraestructura se vio afectada, también las depuradoras de Huércal-Overa y de Antas, ambas suman un presupuesto ya aprobado por la Junta de casi diez millones de euros.
Los responsables de la asociación Veraplayazul son muy combativos con este tema y tienen ya en su poder un completo dossier de información recopilado después de muchos años de quejas y varios puntos conflictivos en las sin resolver.
Informes medioambientales
Por el momento carecen de informes medioambientales, pese a que ha sido una de las grandes reivindicaciones desde que el pasado año hubiera que cerrar durante varias semanas las playas entre Vera y Palomares. Todavía no se cuenta con contestación sobre la petición de los informes sobre el Playazo, Quitapellejos y Villaricos desde junio de 2015 a marzo de 2016. Tampoco ninguna actualización de informes sobre puntos en los que desde la Junta de Andalucía ya ha controlado como Deretil, la Edar de Vera, Palomares y Villaricos, Antas, la desaladora de Pulpí y las distintas infraestructuras de Codeur, registrada igualmente en abril de 2016 y que será contestada “con suerte después del verano”.
“Es un ejemplo negativo de atención turística”, señala uno de los portavoces de la asociación Julián García Valencia, encargado a su vez de la recopilación del información fotográfica y documental de los regueros para enviar a Bruselas, pero también directamente a la Fiscalía de Medio Ambiente.
Después de no haber recibido el respaldo esperado desde el Defensor del Pueblo, la Diputación, Junta de Andalucía y ayuntamientos de Vera y Cuevas, los vecinos están dispuestos a dirigirse a las más altas esferas con la finalidad de que las aguas en la zona recuperen cuanto antes la “transparencia de antaño” en las aguas y poder regenerar las maltrechas flora y fauna del litoral de la comarca, sin la necesidad de que los bañistas tengan que emigrar a las localidades vecinas para disfrutar de la playa.
Un noria La depuradora de Villaricos es ahora “una simple noria que extrae el residuo”, según explica el portavoz de la asociación. Ello conlleva que prácticamente todos los desagües lleguen finalmente a la playa, “con olores a alcantarilla continuos y la porquería prácticamente estancada”, señala el afectado, quien resalta que ya son cinco años de denuncias continuas tanto a la administración local como al resto de administraciones, sin que hayan actuado, “sólo dan disculpas y justificaciones sin base ninguna”. La situación se hace crítica con viento de levante, cuando “vierte al río Almanzora aguas malolientes que forman charcas y balsas que son criaderos de mosquitos y de verdil, provocando en su parte final una gran extensión de algas secas de varios centímetros de grosor”.
Las riadas de 2012
“Soy consciente del problema”, explica el alcalde Cuevas del Almanzora, Antonio Fernández, ante la inexistencia de una depuradora de aguas que de un servicio que garantice el correcto tratamiento de las aguas residuales desde que las antiguas infraestructuras desaparecieron con las riadas de 2012.
“En septiembre estará el proyecto y a finales de año debe estar licitandose”, mantiene el dirigente local que siempre ha pedido cautela en sus declaraciones a los vecinos afectados, precisamente para evitar cualquier efecto negativo sobre el turismo no solo de los municipios directamente afectados, también de todo el Levante.
En la comarca, no sólo esta infraestructura se vio afectada, también las depuradoras de Huércal-Overa y de Antas, ambas suman un presupuesto ya aprobado por la Junta de casi diez millones de euros.
Los responsables de la asociación Veraplayazul son muy combativos con este tema y tienen ya en su poder un completo dossier de información recopilado después de muchos años de quejas y varios puntos conflictivos en las sin resolver.
Informes medioambientales
Por el momento carecen de informes medioambientales, pese a que ha sido una de las grandes reivindicaciones desde que el pasado año hubiera que cerrar durante varias semanas las playas entre Vera y Palomares. Todavía no se cuenta con contestación sobre la petición de los informes sobre el Playazo, Quitapellejos y Villaricos desde junio de 2015 a marzo de 2016. Tampoco ninguna actualización de informes sobre puntos en los que desde la Junta de Andalucía ya ha controlado como Deretil, la Edar de Vera, Palomares y Villaricos, Antas, la desaladora de Pulpí y las distintas infraestructuras de Codeur, registrada igualmente en abril de 2016 y que será contestada “con suerte después del verano”.
“Es un ejemplo negativo de atención turística”, señala uno de los portavoces de la asociación Julián García Valencia, encargado a su vez de la recopilación del información fotográfica y documental de los regueros para enviar a Bruselas, pero también directamente a la Fiscalía de Medio Ambiente.
Después de no haber recibido el respaldo esperado desde el Defensor del Pueblo, la Diputación, Junta de Andalucía y ayuntamientos de Vera y Cuevas, los vecinos están dispuestos a dirigirse a las más altas esferas con la finalidad de que las aguas en la zona recuperen cuanto antes la “transparencia de antaño” en las aguas y poder regenerar las maltrechas flora y fauna del litoral de la comarca, sin la necesidad de que los bañistas tengan que emigrar a las localidades vecinas para disfrutar de la playa.